Consejos para viajar con sentido
Set & Setting
Tu estado interno (set) y el entorno donde realizas el viaje (setting) son tan importantes como la sustancia en sí. Si estás nervioso, inseguro o en un mal momento vital, mejor esperar. Confía en tu intuición.
- En la naturaleza: elige un lugar seguro, bonito, tranquilo y donde no pase gente. Un bosque, una playa apartada, una montaña. Evita ruidos o interrupciones.
- Hora: si hace calor, empieza por la tarde o al anochecer. En otoño o invierno, mejor al mediodía. Cada estación tiene su atmósfera psiconáutica.
- En casa: ideal al atardecer. Crea una atmósfera especial: luz cálida, mantas, cojines, música suave y espacio para moverte o recostarte.
Crea un ambiente mágico
Los objetos tienen poder simbólico. Rodéate de estímulos sensoriales que te inspiren y te acompañen durante el viaje.
- Incienso o palo santo para abrir el espacio y marcar el inicio.
- Mandalas, minerales o imágenes que te conecten con algo más grande.
- Instrumentos (shakers, maracas, tambores) para jugar con el ritmo interno.
- Luces suaves, velas, linternas con filtros, proyecciones.
- Juguetes luminosos, burbujas, espejos o telas: todo vale si evoca algo lúdico o hipnótico.
Elige bien con quién viajas
No es lo mismo un viaje en soledad que con un grupo. El número y la energía del grupo determinan en gran parte la calidad de la experiencia.
- Menos es más: uno o dos compañeros cercanos, de confianza, que estén en la misma onda.
- Si sois más de 4 personas, mejor bajar la dosis y que todos tengan cierta experiencia o respeto.
- Idealmente alguien haga de cuidador o tripsitter, sobre todo si hay alguien nuevo o se explora una dosis fuerte.
Sobre la dosis
La dosis cambia todo. No hay una "correcta", sino una adecuada para cada contexto, compañía e intención.
- En un buen setting, dosis medias como 100μg de LSD o 2g de setas suelen ser seguras y manejables.
- Con menos de eso, puedes tener experiencias más sociales, ligeras o introspectivas.
- Dosis altas requieren más preparación, privacidad y espacio. No subestimes el poder de la sustancia.
En resumen: respeto, intención clara, belleza y cuidado. Así, cada viaje se convierte en un aprendizaje y no solo en una anécdota.